Retomamos de nuevo las tablas rúnicas para seguir subiendo aventuras y esta
vez de un juego que aún no había aparecido por esta cueva. Se trata del Star
Wars D20. Comentaros que los primeros contactos que tuve con el universo SW por
lo que hace referencia al rol no fueron con esta edición sino con la que Joc
Internacional publicó allá por los años 90 y que utilizaba el sistema de D6. De
hecho, fue el segundo juego que me compré tras El Señor de los Anillos de Merp,
también publicado aquí por la misma editorial. Fue en la Fira del Llibre que se
celebraba entonces por el Passeig de Gràcia, año 1990, y tras probar gracias al
amigo “Mangu” la Llamada de Cthulhu, fui al día siguiente a dicha fira y me
compré el Anillos. Pero ahí se despertaron mis dudas, pues al lado de éste
había, recién aparecido, una edición del SW. Arggggg!!! Que dilema!!! Sólo
llevaba dinero para uno. ¿Qué hacer? Pues nada, ese día me compré el anillos y
al día siguiente volví y me compré el star wars. Así que a esa primera edición
le tengo mucho cariño. Y si bien es cierto que cojeaba en muchos aspectos,
grandes partidas nos proporcionó al grupo. Rápido, fácil, muy inteligible… todo
lo contrario que el Merp. Muchas aventuras escribí para ambos, todas ellas en
papel, y aunque las guardo todas, trabajo de chino es irlas pasando a Word y colgarlas aquí, aunque supongo que con el
tiempo y una buena provisión de tablas y cinceles para grabar las runas lo iré
haciendo. Al tiempo. Pero mientras tanto, colgaré las que escribí para SW de la
edición D20. Dicho sistema me gusta –de hecho, creo que me adapto a casi todos,
incluido a las pesetas del Príncipe Valiente (Lanzarote al rescate!!!, ¿eh, mr
Willoughby?) –y aunque se que hay gente que le causa repelús, justo es
reconocer que hicieron un buen trabajo adaptándolo para la ambientación que aquí
nos ocupa.
Cuando empecé a escribir las aventuras de SW para D20 (¡Dios!, parezco
Robin Williams en Good Morning Vietnam tantas iniciales) mi idea era hacer
varias historias donde los pjs fueran evolucinando, es decir, darles
continuidad y empezar justo después de la aventura de prueba del libro de
reglas, que tenía lugar en Coruscant con el canciller Valorum aún presente, y
prolongarlas hasta el final de las guerras clon, con los pjs condenados a
separarse víctimas de la persecución del imperio galáctico. Para ello, al menos
uno de los pjs debía ser un jedi; en el grupo hubo dos, uno del tipo más
consular y el otro del tipo más guardián. Y he de decir que fue un acierto,
ello debido al carácter que le imprimieron los que llevaron ambos personajes,
uno de ellos nuevamente el señor Willoughby( si, llevamos más de 20 años
jugando juntos y ello debe notarse por algún lado). Era un disfrute como máster
ver las conversaciones que mantenían ambos jedis sobre la manera distinta en
que enfocaba cada uno la resolución de una prueba que la aventura les
presentaba. Por supuesto, los jedis tenían la última palabra, pero también teníamos
otros pjs que los ayudaban en sus quehaceres con la orden, como el típico
arreglacosas o el especialista en bajos fondos. Y esto me lleva a una de las
anécdotas que produjo esta partida. Vino a jugar la novia por aquel entonces de
un amigote, y, creo recordar, que el universo SW le sonaba un poco a chino. No era
novata en esto del rol ni mucho menos, pero si que ciertos conceptos del
ambiente que la rodeaba se le escapaban. Pues bien, en un momento de la partida
decidió ir a dar una vuelta por la parte más sórdida y lóbrega de cierta ciudad
que aparece en la historia. ¡Y fue sola! Fue preguntando hasta dar con el peor
local de toda la urbe, y para allí que se fue. Mala idea, muerte segura. Yo,
como alma caritativa, intenté advertirla sin que se notara en exceso ( ejem).
Decidí improvisar y bauticé el local como “El Jedi Difunto”. Si, seguramente
ese nombre hubiera echado para atrás al más pintado. Pero no a ella. No me
explayaré más, simplemente decir que su personaje se reunió con sus antepasados
seguramente mucho antes de lo que hubiera deseado.
En otro orden de cosas, y volviendo al carácter más general de la historia,
como ya expliqué tenía en mente tejer una serie de aventuras seguidas en el
tiempo. La primera tenía lugar unos ocho años antes de las guerras clon y la
idea era hacer una por año. ¿Y que mejor que meterle a la aventura un enemigo
carismático, uno de aquellos que van apareciendo de vez en cuando, enemigo
jurado de los pjs y más que capaz de ponerlos en serios aprietos? Así nació
Grovian Markk, un guardián jedi oscuro que iría apareciendo en posteriores
partes de la historia para fulminar a los jedis pjs si ello era posible, que
esperemos que no. Bien, de hecho aparece en alguna parte más de las que
escribí, como por ejemplo El Oráculo de Pilgrim, y que colgaré en un futuro no
muy, muy lejano….
Bien, espero que disfrutéis con esta aventura, cambiamos las espadas de
acero por los sables de luz durante unos días.
Utilizo la Fuerzaaaaa!!!!