Saludos estimados amigos enanos…y demás. Volvemos de nuevo con una aventura
para Conan, aunque válida también para cualquier otro juego de fantasía heroica
que se precie, tan solo unos pequeños ajustes y a repartir espadazos. La historia
que os traigo hoy es más que nada un punto de unión entre las últimas historias
vividas por nuestros –vuestros –pjs en los territorios más al sur y una nueva
serie de aventuras que los trasladan hacia las heladas tierras del norte. Dejamos
definitivamente atrás –al menos durante un buen periodo de tiempo –las selvas
de los Reinos Negros, las bulliciosas ciudades y los barcos piratas para
adentrarnos en las heladas montañas de Nordheimmer, Vanaheim y demás regiones
circundantes. Olvidaos de los mosquitos chupópteros que espero hayan hecho la
vida imposible a nuestros queridos personajes; los cambiaremos ni más ni menos
que por algún pequeño dragoncete, aunque eso será dentro de unas pocas
aventuras. Si, un considerable cambio de tamaño, pero ¿quién quiere que la vida
de nuestros heroicos protagonistas sea sencilla? Yo no, desde luego. Como
mínimo que sufran.
Para ello trasladaremos a nuestro grupo al norte del Yermo Picto, donde las
aguas empiezan a perder temperatura, las frondosas colinas dejan paso a las altas
montañas heladas y donde el cielo azul rara vez se deja ver tras las espesas
nubes mientras el helado viento te recuerda que, tanto puede matarte la zarpa
de un gran oso blanco como una terrible
tormenta de nieve. Pero eso aún está por llegar, esta vez el grupo
deberá enfrentarse a unas curiosas criaturas marinas –Dios mío, ¿serán Profundos
tal vez? –que reciben sacrificios de parte de los habitantes de un pueblo de
pescadores para que los dejen en paz y les permitan seguir con su vida.
La aventura es sencilla, se juega en una sola sesión de juego y el mayor
problema lo pueden tener los personajes en caso de tener que combatir en el
agua, donde sus armaduras pueden convertirse en un arma peor que las zarpas de
las criaturas en manos de un Dj malévolo,
más si decide contar la dificultad que suponen unas aguas heladas en las que
hacerlo.
La historia, si hay algún lector avezado de Conan, seguramente le recordará
en parte a alguna aventura de nuestro cimmerio.
Para el poblado les recomendaría, por una parte, la historia titulada “El
Demonio surgido de las profundidades” dibujada por Val Mayerick con guión del
gran Roy Thomas, o en su defecto cualquiera de las aventuras de nuestro bárbaro
favorito –con permiso de Gengis Cohen –ambientadas en el norte. Y para hacerse
una idea de las criaturas marinas, estoy seguro que cualquiera que haya jugado
o dirigido a Cthulhu podrá hacerse una idea de estos seres. No hay más que
describir el olor a pescado, sus ojos saltones, etc. Y si no, enséñales una
imagen del padre Dagon para el enfrentamiento final para que lo vayan
visualizando.
Bueno amigos enanos, la próxima vez ya nos adentraremos en una aventura un
poco más larga y que dará para más de una sesión, así que id preparando los
abrigos de piel, que van a hacer falta.
Que Crom os guíe!!!