Hoy os traigo un libro que pasó recientemente por la Mesa del Lector Rúnico, y que no puedo hacer sino recomendar. Se trata de Los Asesinos del Emperador, de Santiago Posteguillo, el autor de la “Trilogía de Escipión” –formada por Africanus el hijo del Cónsul, Las legiones malditas y La traición de Roma –y también muy recomendable. Es, junto a Jesús Sánchez Adalid, mi autor español favorito de novelas históricas (al menos, de los que he leído hasta la fecha).
En Los Asesinos del Emperador, Posteguillo hace un recorrido por la historia de Roma que va básicamente de Nerón hasta Trajano. El libro hace un juego con la línea temporal, iniciándose con el complot contra Domiciano en el año 96 d.c. para retroceder rápidamente al 63 d.c., cuando Nerón gobernaba el imperio y Trajano no era más que un muchacho. En esta parte del libro los años –y los emperadores –se suceden con rapidez, aunque asistimos a hechos muy destacados como la toma de Jerusalén por parte romana. Es en Vespasiano pues, y en sus dos hijos Tito y Domiciano donde más se explaya el autor y los años transcurren con más lentitud, lo cual nos sirve para hacernos una mejor idea de las motivaciones de los personajes, tanto principales como secundarios. Y es que en este libro desfilan una buena multitud de figuras históricas –y otras inventadas –pero, si a mi parecer tienen una virtud, es la de estar todos perfectamente dibujados. Y todos tienen un papel en esta historia, del más importante pretor al encargado de la vigilancia de la red de alcantarillado o a la mujer del césar. Todos ponen su grano de arena a que la narración se desarrolle de forma inexorable hacia su final, un final que, no por esperado o conocido, deja de llamarnos la atención. A partir de algunos hechos conocidos a través de relatos de autores de la época –que el mismo Posteguillo se encarga de ir colocando acertadamente en el libro –se va tejiendo una historia donde la verdad se mezcla con la fábula, manteniéndonos en vilo a lo largo de sus más de mil páginas. Encontraremos las intrigas palaciegas que se suponen en un libro centrado en esta época hasta descripciones de grandes batallas –como el apartado de la guerra contra los dacios y pueblos germanos –o asedios –el ya mencionado de Jerusalén –pasando por luchas de gladiadores –recordemos que en esta época es cuando se construye el célebre Coliseo.
Hay intriga, hay guerra, hay amor y hay odio, muerte, venganza y todo lo que uno podría esperar de una buena novela histórica. Uno de los mejores libros que últimamente he leído, si más no para mi gusto, y que os animo desde aquí que leáis, tanto si os atrae el mundo de la antigua Roma como si no. Sin duda, quedaréis satisfechos con este libro y espero, con ganas de más.
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