Saludos, mis estimados enanos... bueno, y el resto. Esta vez no os traigo una nueva aventura rolera, hoy hablamos de libros. Bueno, de uno en concreto: Circo Máximo. La ira de Trajano.
En febrero del 2012 os traje el comentario sobre un libro, Los Asesinos del
Emperador de Santiago Posteguillo, el cual recomendaba fervientemente. Primer
volumen de una trilogía de la cual recientemente se ha publicado el segundo
volumen, y el cual, la verdad, se puede decir que si no supera si iguala al
primero.
En el primer volumen asistíamos al ascenso a la cumbre del poder romano del
primer emperador hispano, aunque en el fondo era más una crónica de la dinastía
Flavia –la más corta de todas, con sólo tres emperadores –que no una narración
centrada en el tiempo en que Trajano fue emperador. Por el contrario, en este
segundo volumen Posteguillo se centra en los primeros años de su gobierno y un
hecho capital para todo el imperio, como fueron las guerras dacias. En Los
Asesinos nos encontrábamos con el asedio a Jerusalen como, por así decirlo,
principal hecho bélico junto con unos primero enfrentamientos con los dacios;
ahora todo lo que allí apareció queda empequeñecido ante el despliegue de
fuerzas que se producen en el encuentro de estos dos imperios, con Trajano por
un lado y Decébalo por otro al frente de cada uno. Al igual que hizo en su
anterior trilogía sobre Escipión o en el primero de la nueva, Posteguillo nos
lleva de un lugar a otro del frente en sucesivos cortes donde la acción se
desborda y nos presiona para avanzar en la lectura de forma implacable,
despertando las ansias de saber cómo se desarrollan los acontecimientos mientras
con sus descripciones nos permite visualizar el campo de batalla y el devenir
de ésta.
Pero no todo es guerra en esta novela. Asistimos también a las carreras de cuadrigas
donde el autor utiliza el mismo método que en las descripciones de batallas, transportándonos
de un punto a otro de las carreras con maestría, y dejándonos siempre en el
punto más interesante para intercalar otros acontecimientos que transcurren simultáneamente al evento,
haciendo que retomemos éste con más ganas al leer la entrada que nos devuelve a la arena.
Reaparecen además de, por supuesto, Marco Ulpio Trajano, otros protagonistas
de la primera novela y algunos otros hacen su primera aparición, desde sus acompañantes en el ejército hasta el gladiador
Marcio y su mujer Alana, Adriano, Longino o Decébalo, se resuelve algún enigma que Posteguillo dejó en el
aire Los Asesinos y se deja entreveer que los partos, tal y como ocurrió en realidad, marcarán una parte del gobierno del emperador en su parte final. Fenomenales los
fragmentos del arquitecto, ya los leeréis.
Marco Ulpio Trajano |
Sobre la narración en sí, la manera de escribir de este autor he de decir
que me encanta. No buscar recargar las frases con subterfugios para atrapar al
lector, hechos que muchas veces no hacen sino que éste termine aburriéndose –cito
aquí, porque no puedo evitarlo, La Leyenda de Broken, un auténtico peñazo para
mi gusto donde el Caleb Carr, su autor, logró que me aburriera soberanamente
(una frase de El señor de los Anillos sería un párrafo en La Rueda del Tiempo
de Jordan, Carr lo transforma en un capítulo entero de Broken… vamos, recargado
hasta el exceso…zzzz..zzzz) –sino que su escritura es directa y funcional, sin
malabarismos literarios innecesarios.
Y en su parte final, como siempre, una explicación de que hechos y
personajes son históricos y otros adaptados o inventados, hecho que, gracias a
su buen hacer, cuesta discernir en ocasiones a menos que uno esté muy versado
en la historia de la época que nos concierne. Lo cual es muy de agradecer y de
alabar.
En resumen, un pecado no leer este libro, y por ende el anterior. Y ya no nos queda sino esperar que aparezca ya el tercero.
Está en la revista del Círculo este mes. Me lo pillo? Por lo que entiendo... es una segunda parte de otra obra. Cierto?
ResponderEliminarCorrecto. Es la continuación de Los Asesinos del Emperador, cuya reseña también está en el blog. Si no la encuentra o no quisiera adquirir la primera parte, avíseme, estimado Dexter, que se la haré llegar sin tardanza, así podrá disfrutar de su lectura.
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