domingo, 27 de noviembre de 2011

JdR Pendragón: Año 496

Siguiendo con las aventuras, hoy os traigo la continuación de la que colgué hace unos días para Pendragón. En la de hoy ha transcurrido un año desde la muerte del rey Uther y el reino se está sumiendo en el caos. Nuestros personajes, vasallos de diferentes señores feudales, recibirán la notificación pertinente para reunirse con sus superiores y viajar hasta la ciudad de Londres, donde tendrá lugar una asamblea para tratar de encontrar un sucesor al fallecido monarca. Por supuesto, las cosas no van a ser tan fáciles como les gustaría a todos, pero para quien quiera saber que ocurre que juegue o dirija la aventura. Ésta no presenta escenas de acción -a menos que los psj se encarguen de montárselas ellos solos -sino que nuestros protagonistas participan más como espectadores que como actores principales en los acontecimientos que los rodean. De hecho, no dejan de ser unos recién llegados al mundo caballeresco, su fama es más bien escasa y aún han de realizar grandes proezas para labrarse un más que merecido reconocimiento. Ya será a partir del siguiente años cuando, llegado el verano y dejada atrás la Fase de Invierno típica del juego, nuestros caballeros comienzen a labrarse su fortuna. Lo que si que podrán contar a sus futuros descendientes es que ellos estuvieron presentes cuando fue asesinado el Pendragón, cuando se clavó la espada en la piedra y, si todo va bien, que también asistieron al famoso día en que un joven Arturo la arrancó de ella.


Para lo que sí les servirá, además de hacer turismo por el sur de la isla, visitar una gran ciudad y asistir a un gran acontecimiento, es para ir conociendo a algunos de los personajes que más adelante tendrán un papel destacado en este drama, como el mismo mago Merlín, el obispo Urbanus, algunos reyes de pequeños reinos del norte o importantes y destacados caballeros del fallecido Pendragón. 

A menos que los pjs quieran pasar la aventura como un mero trámite, anónimos asistentes como gran parte del resto de los que allí se reunieron, está en su mano moverse y entablar conocimiento y relaciones con otros caballeros. Quién sabe, tal vez la joven hija de alguno de ellos esté destinada a convertirse en su futura esposa o aquel caballero malcarado acabe convirtiéndose en su acérrimo enemigo. Gran parte de todo ello queda en manos del director de juego, el deberá darle profundidad a la ciudad y a sus habitantes, además de los asistentes al consejo. Y si no, a sentarse en la butaca como los espectadores en el cine y a esperar que se desarrollen los acontecimientos.

Lanzarote al rescate!!!